Historia de Villeta
Las raíces de Villeta, nuestro orgullo en Cundinamarca, se entrelazan con los ecos de un pasado vibrante, donde los Chapaimas, nuestros ancestros prehispánicos, intercambiaban bienes y sueños con los grandes Muiscas. Este suelo, testigo de aldeas como Chayma y Payandé, resuena con las historias de caciques cuyos nombres aún susurran en los vientos que recorren nuestras montañas.
Es en nuestra Villeta donde Antonio de Olalla Herrera, el valeroso encomendero, plantó las semillas de lo que se convertiría en un núcleo de conexión, un puente entre el majestuoso río Magdalena y la vibrante Santa Fe. Aunque el camino de los conquistadores no se completó, su legado sigue presente en cada paso que damos por las sendas que ellos trazaron.
Villeta no es solo un nombre en la historia; es una invitación a descubrir la esencia de nuestras tradiciones. Es caminar por los mismos senderos que nuestros ancestros, sentir la frescura del río Negro y vislumbrar los vestigios de ‘La Villeta’, la venta que acogía a viajeros de antaño.
Con orgullo recordamos nuestra fundación, un acto que selló nuestra identidad el 29 de septiembre de 1551. Hoy, nos levantamos como un faro de la Provincia del Gualivá, hermanados con municipios que comparten nuestra rica historia y nuestro espíritu indomable.
Te invitamos a recorrer Villeta, a sentir el pulso de su pasado en cada calle y cada esquina, a sumergirte en la belleza de sus paisajes que cuentan historias de valor y perseverancia. Ven y déjate enamorar por Villeta, donde cada piedra y cada río narran el relato de un pueblo que ha sabido ser cuna de historia y ventana de aventura. Conoce Villeta, donde cada día es un nuevo capítulo de una historia que todos seguimos escribiendo.